lunes, 15 de septiembre de 2008

Lo que ellas quieren



¿Hace falta poder escuchar la mente de una mujer, como en la conocida película protagonizada por Mel Gibson, para saber lo que quiere?La respuesta es simple: No. Sin embargo… ¡admitámoslo! Las mujeres somos complicadas. Ojo, que los hombres también y lo digo en este sentido: somos seres humanos, diferentes y complejos. (Sigue el link)


Volvamos al asunto. Ellos dicen que somos complicadas. Es decir que mientras, nosotras morimos porque nos hagan sentir especiales, ellos mueren por entendernos. La frase “no hay nada que les venga bien” resume bien el pensamiento que los hombres tienen sobre nosotras.Y si bien hay miles de aspectos a tener en cuenta para analizar este tipo de temas amorosos, en este caso quiero enfocarme en el porqué del “es imposible entender a las mujeres”.




Por un lado, es un problema comunicacional. Cuando una mujer está con un hombre espera, siempre, que él le diga y/o que le demuestre algo. El sujeto masculino, ante el silencio y ante ninguna acción deja la vía libre para que ella piense y se pregunte cosas como:
Ya no me quiere.
¿La estará pasando bien? Su cara no lo demuestra. O ¿por qué tiene esa cara?
Tiene cara de aburrimiento, ¿se querrá ir?
¿Querrá que me vaya?
No le caigo bien.
Si mañana le mando un mensaje de texto no me responde ni loco.
No le atraigo. Esta remera me queda mal. Tendría que haberme puesto pollera.
¿Y si soy yo la que le está poniendo cara de incómoda?
Muero porque me bese y ni me mira. O sea, no hay feeling.
¿Qué le dirá a sus amigos? Que soy horrible y aburrida.
Para mí que se está arrepintiendo de haber venido y se está insultando por no haberse quedado en su casa jugando a la Play o por no haber ido al bar con sus amigos.
Piensa que ella era mejor y más linda.
¿Me volverá a llamar?
¿Por qué no me mira? Heeeeeeeey, mirameeeeeee.
No soy interesante. Sí. Pensamientos ambiguos, tontos e insensatos invaden a la mujer en situación de duda. Pensamientos que si traspasan esa barrera y se verbalizan, provocan no sólo una situación incómoda sino un enojo de parte de él, que nunca comprenderá que cada palabra dicha es una provocación para que él reaccione. Por eso, solemos sentir que, cuando más necesitamos que nos comuniquen algo, parece que es ahí, cuando menos dicen. ¿O será que somos muy pretenciosas? No sé. Por otro lado, a veces hay un factor decisivo y es que en una relación no siempre los dos van por el mismo camino. Y esto se relaciona con el punto anterior. No se exteriorizan pero buscan cosas diferentes. Quizás ella contención y él sexo, o él amor y ella diversión. Y tener fines diferentes en la relación, condiciona a intentar entender al otro desde la concepción propia y no desde la ajena. (Sigue el link)

http://www.youtube.com/watch?v=-2XsRa0UsPY


Lo que nos vienen muy bienAlgunas cosas que nos hacen bien, que nos ponen felices es que nos celen, pero no mucho. Que sean románticos sin llegar al extremo de la cursilería. Que sean caballeros, y sean sinceros, no creemos en que una mentira que nos haga felices vale más que una verdad que nos amargue la vida. Que sean cariñosos pero que no les brote miel cual volcán en erupción. Que no nos haga sentir presas pero tampoco que nos den tanta libertad. Que nos hagan sentir únicas, y que nos entiendan si nos duele la cabeza. Aunque sepan que somos casi especialistas en poner excusas (¿Miedo al rechazo, vergüenza, no saber qué siente la otra persona? ¿O por qué ponemos tantos pretextos?).



Y en la cama… ¿Salto del tigre o abrazo de oso? Como nos cuesta mucho separar lo que es el amor y el placer sexual, bajo las sábanas el deseo pasa por otro lado: no todo es penetración, nos gustan las caricias desde la cabeza hasta la punta de los pies. Cuando ella dice que No es Sí ¿o no?Cada situación es especial y particular. El secreto reside en saber interpretar y sobre todo en actuar en el momento indicado. Es dar y recibir en su justa medida.A las mujeres, no nos gusta sentirnos objeto ni un entretenimiento pasajero. Nos gusta saber que podemos querer y hacerlos sentir bien. Nos gusta sentirnos seguras, atractivas y sobre todo protegidas, contenidas y queridas.

El metroemocional, la última del varón

Después de la liberación femenina, vino el metrosexual, pero ahora hay un nuevo eslabón evolutivo en el género masculino, el hombre metroemocional.
Según El Diario Montañés, de España, el metroemocional es un hombre "ultrasensible y cariñoso". Ya hace años el escritor inglés Mark Simpson indicó que la "liberación masculina" de los noventa no era más que una "esclavitud bien vestida", de modo que sentó las bases sobre el cuidado de la imagen masculina, creando el concepto de "metrosexual", que encontró en el también inglés David Beckham su mejor exponente.
El MetroemocionalTerra
Según la definición de Simpson, el metrosexual es "consecuencia del postfeminismo castrador", un hombre "narcisista, exhibicionista y consumidor compulsivo, que ha hecho suyos los rasgos atribuidos al sexo opuesto". Pues bien, mientras muchos hombres todavía pugnaban por comprender y asimilar este cambio en los usos y costumbres masculinas, ya hay quienes hablan de una nueva categoría de hombre: el metroemocional.
El metrosexual, dicen, ha evolucionado, dejando de lado el culto a la apariencia para enfocarse en lo afectivo. Este es el hombre metroemocional. Esta nueva clase masculina fue propuesta por Rosetta Forner en su libro "En busca del hombre metroemocional", un ensayo sobre la soledad y la precariedad sentimental del varón de hoy. Ya no hay más cazadores, protectores, musculosos ni dominantes (¿acaso ya no quedan lugares para el otrora atractivo ‘Macho Latino’?)
El metroemocional no tiene pudor en hablar de sus emociones; es abierto, amable, sensible, cariñoso, con carácter, tolerante y colaborador, dice la escritora.

El metroemocional, la última del varón
"Le gustan los chicos, juega con sus hijos, habla bien de sus padres y de su ex mujer; le encantan las mujeres más inteligentes que él, le gustan las mujeres independientes; es un hombre con capacidad de amar, es el líder de su vida, aprecia que una mujer sea libre y que exprese su opinión, respetándola siempre; no le gustan las mujeres superficiales que basan todo su valor en lo físico y no está interesado en usar el romance para conseguir sexo", añade Forner.
El MetroemocionalTerra
Se trata, según la autora, de hombres con mayor aplomo que dejaron atrás la androginia psicológica (esa extraña fusión entre lo femenino y lo masculino) y la metrosexualidad. Rosetta Forner plantea nada menos que la identidad del varón en el siglo XXI: cariñoso, tierno, amable, culto, responsable, maduro, sensible y emotivo; pero también masculino.
Son huellas femeninas que va interiorizando. Aquí y en todas partes, explica Félix López, catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca, hay un malestar con el hombre tradicional "y lo que hacen las mujeres es buscar a un señor que se entienda mejor con ellas", dice y recuerda la frase habitual, "Ya no hay hombres que merezcan la pena", que es ya un "fenómeno bastante extendido" que no existía hace 20 años.
A fin de cuentas, todos los "nuevos hombres" tienen en común que gustan más a las mujeres y que se parecen más a ellas, sostiene el periódico. "Ya no hay que ser un machote, rudo, fuerte. Lo que las mujeres buscan actualmente son tipos tiernos, suaves, emotivos... Hablamos del hombre a la carta, a gusto de las féminas", cita.
Los diez tipos de hombre Rosetta Forner los clasifica en su libro. A partir de la caracterización, sabrá si tiene delante un metroemocional o algo que se le parece.
Homo escapatus: Hombre que se pasa la vida seduciendo chicas sin dejarse atrapar por ellas.Homo atrapatus: Tiene alrededor de 50 años y al final cede a las presiones de la mujer. Homo casatus: El hombre que, en lugar de divorciarse, se consiguió una amante. Homo asustatus: No quiere escaparse y por miedo termina casándose con la chica equivocada.Homo mariposatus: Es el bello con novias por todas partes, que "atonta" a sus presas con facilidad. Parecido al "escapatus" pero con más glamour.Homo florerosatus: Es el narcisista obsesionado con su aspecto físico. Homo sacrificatus: Es ese tipo que necesita a una mujer por quien sacrificarse cuando en realidad es él el que necesita desengancharse de la necesidad de ayudar a los demás.Homo amantisatus: Como amante es fabuloso, pero como marido es un desastre.Homo damiselatus: Seduce, pero no asume las consecuencias de su juego de seducción. El hombre más afeminado.Homo re-evolutionatis: El nivel anterior al hombre 'metroemocional'.

Descubre si tu calificas como Metrosexual


El término puede sonar raro y hasta ofensivo para los ortodoxos Machos Latinos, si es que todavía quedan. Sin embargo, es todo lo contrario. El metrosexual, si es que todavía hay dudas al respecto, tiene bien clara su preferencia sexual por las mujeres, aunque incorpore de ellas ciertos gustos y acciones a su forma de vida.
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Tal vez usted es un metrosexual y todavía no sacó provecho de ello. Para saber si califica o no como la nueva clase de hombre que, al parecer enloquece a las mujeres, debe llegar al final de esta nota.
Un típico metrosexual
Si alguien le dice que es metrosexual no lo tomo como una injuria y ni resuelva el malentendido a golpes de puño. Si lee o escucha que ‘los metrosexuales han invadido el mundo’, no salga corriendo hacia el aeropuerto más cercano. En cierto punto, esta es una moda impulsada por las grandes marcas, sobre todo de la industria comsmética (No se olvide que, ante todo, el metrosexual es un fervoroso consumidor).
Ser un metrosexual es un estilo de vida estrechamente ligado a la moda y al consumo. De acuerdo a quienes han escrito sobre ello, el metrosexual es un joven citadino que cuida su figura al acudir al gimnasio y spa, frecuenta al estilista para arreglar cabello, barba, bigote y uñas, utiliza cosméticos y accesorios para caballero, y no escatima al gastar en ropa y calzado. La apariencia no es muy importante para el metrosexual, lo es todo.
No obstante, el metrosexual es un hombre heterosexual, es decir, se siente atraído por las mujeres, y no tiene duda de ello. Tal vez la incertidumbre surja en los machos de la vieja usanza, pues ven con sorpresa que el varón del siglo XXI cocina, arregla el jardín, hace labores domésticas, atiende a sus hijos, llora en público, reconoce su miedos, expresa emociones y tiene conciencia ecológica, sin dejar de frecuentar a los amigos en un bar para beber cerveza o para practicar algún deporte.
Son "metro" porque en general están concentrados en las grandes ciudades, y "sexuales" porque se caracterizan por vivir armoniosamente y sin complejos su lado femenino, pero no son afeminados de ninguna manera; incluso, los metrosexuales no se sienten amenazados en presencia de homosexuales y no les incomoda que la gente crea que lo son; es más, el hecho de que otros hombres cuestionen su sexualidad es parte de un juego que les gusta.
Resulta interesante señalar que la palabra fue acuñada hace una década por el escritor británico Mark Simpson al analizar los efectos del consumismo en la identidad masculina. El nuevo tipo de hombre, que él define como "alguien menos seguro de su identidad y mucho más interesado en su imagen, es víctima fácil de la publicidad". En Estados Unidos se estima que entre 30% y 35% de los hombres de entre 25 y 45 años de edad tienen tendencias metrosexuales, de acuerdo a la revista The Economist.
Usted es un Metrosexual si:
Gasta más de un tercio de su sueldo en ropa.
Combina el color de sus zapatos con el de sus anteojos.
Compra artículo sólo si son de primerísimas marcas.
Cambia de corte de pelo de acuerdo al que use Beckham.
No se avergüenza por llorar frente a una mujer.
Tiene más de tres fragancias de perfume.
Eres capaz de volver a tu casa a cambiarte de ropa cuándo descubres que tu corbata tiene una manchita, del reverso.
Usas más de 3 piercings en zonas visibles.
Tiene distintas cremas para el cuidado del cutis.

Retrosexuales: el regreso de los machos

Al parecer, quienes inventan estas clasificaciones se la tomaron con el género masculino. Ya no se estila ser yuppies, metrosexuales, metroemocional, hombres alfa ni tecnosexuales. Aunque pocos recuerden qué diferencias tiene cada una de estas clasificaciones, los que quieren acompañar las últimas tendencias, deben saber que lo último, lo que realmente se usa ahora, es ser un retrosexual.
El regreso de los machosAgencias
Algunos dicen que los retro siempre han existido, que nunca pasaron de moda; otros opinan que es el regreso de los hombres a sus órigenes, a lo que nunca debieron dejar de ser. Finalmente, los más escépticos dicen que es otra cuestión de marketing.
Hay varias definiciones de retrosexual: el que toma estilos y apariencia de los 80's, 70's y 60's y los aplica ahora; heterosexual, casado, monógamo y fiel; el que no se depila las cejas, ni tiene manicure ni usa masajes capilares. Es decir, aquel que no gasta ni un peso en cuidado personal.
Lo que si queda claro es que los retrosexuales bastantes aspectos de la escencia masculina, algo que los latinos agradecemos. Esta bien ser un caballero y mostrar cierta sensibilidad. Pero nada de andar llorando porque se nos manchó una camisa de seda.
Mientras sociólogos y psicólogos continúan discutiendo los cómo y los porqué de esta nueva clasificación, reunimos una pequeña lista con las principales características que identifican a este nuevo modelo de hombre, para que usted mismo puede saber si es o no un retrosexual.

¿Es usted retrosexual?
El regreso de los machosAgencias
» Siempre paga la cuenta, aunque la mujer insista en aportar la mitad.» No se atemoriza ante ninguna situación: un robo, una llanta pinchada o un desastre natural.» Come carnes rojas y si puede cazarlas con sus propias manos, mejor.» No se preocupa por vivir hasta los 90 años. Si alcanza esta edad, que sea fumando y bebiendo.» No usa ropa ‘caliente’, como camisetas ajustadas y sin mangas, así pase los 30.» Busca ayuda profesional si tiene una adicción, si se muere toda su familia en un accidente o si su equipo de fútbol baja a la segunda división.» Tiene sólo un traje de diseñador, en tono oscuro, que utiliza solamente en una cita importante, para impresionar en una fiesta o a una posible conquista.» El único complemento de moda aceptado es el cinturón. Lo demás es normal y ante todo funcional.» No se desnuda fácilmente delante de sus amigos ni comparte el baño turco con ellos, por cercanos que sean.» Debe tener una cicatriz de la que se sienta orgulloso.» No es requisito ser carilindo. » Sabe utilizar un martillo, el taladro, cambiar una bombilla y destapar una botella de champagne. Los más hábiles hasta arreglan una fuga de agua.» Un retrosexual no pide un Apple Martini ni un Cosmopolitan sino un Dry, ginebra o vermouth, al mejor estilo Bond.» No diferencia entre un perfume y otro. Con que huela bien es suficiente. Y la loción para después de afeitar, la misma que usaba su padre.» Sabe qué es el sexo y cómo practicarlo.» No le importa mucho si están de acuerdo con él o no, ni lo que es políticamente correcto. No va a cambiar de opinión solo por darles gusto a los demás.» No se avergüenza de los olores o sonidos que su cuerpo produce, aunque tampoco se pavonea por ellos. Le presta la atención justa a la limpieza, y entiende el valor terapéutico de eructar, aunque no lo haga en público.» El jabón antibacterial no lo conoce y sabe que el hombre ha vivido miles de años sin lavarse las manos cada quince minutos.» Maneja cualquier vehículo de tierra, agua, nieve o aire. De ser necesario, puede solucionar un desperfecto menor del motor de un auto.» No le importa estar solo, la compañía le gusta pero también disfruta de la soledad.» Sabe usar una navaja y puede abrir una botella de vino contra una toalla doblada y cualquier licor en menos de diez segundos.» Entiende lo esencial de cualquier deporte y puede jugar, al menos virtualmente, cualquiera que use una pelota.» Es responsable de todos sus actos y nunca culpa a los demás de sus errores.» Está en contacto con sus sentimientos, pero no se siente obligado a compartirlos con los demás.» Es un hombre feliz con su condición y forma de vida.

Homosexualidad

En el siguiente link econtrars un archivo leelo y comentalo

http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/56/pr/pr26.pdf

La Nueva Sexualidad



Él es más directo, ella pide más preámbulos; surge, entonces, la discusión y lo que pretendía ser un momento de placer termina en distanciamiento. Hombres y mujeres somos distintos, conocer esas diferencias nos ayudará a ser mas comprensivos, disfrutar mas y evitar también muchas disputas.

HOMBRES Y MUJERES:

Conocer las diferencias sexuales entre hombres y mujeres es de gran ayuda para entender reacciones, estímulos, encuentros o desencuentros con el otro. Los expertos Miren Larrazabal (Presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología), Francisco Cabello (Director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología) y José Luís Arrondo (Urólogo y Andrólogo) explican nuestras diferencias mas evidentes y como usarlas a nuestro favor y desbancan los mitos que nos han impedido disfrutar de un sexo pleno. En definitiva, dan pista para una sexualidad saludable.

Si entendemos el sexo como algo lúdico, “conocer las reglas del juego, con quien juegas y por donde le va bien la jugada al otro, dará unos resultados mucho mejores”, asegura José Luís Arrondo. Conocer al otro es importante, pero no suficiente, para llegar a una compenetración sexual es fundamental la comunicación sexual: “Hablar de lo que se desea y no desea y de las fantasías que queremos compartir con nuestra pareja; en definitiva, se trata de volcar en el otro todo lo que es mi yo sexual, lo que me constituye como persona sexual (Larrazabal). Como explica Cabello, hay que tender la comunicación a partir de la cual se puede llegar a conocer los puntos fuertes y débiles de la otra persona.

¿PASIÓN O EMOCIÒN?

Cada persona, más allá de su sexo, tiene su propia sensibilidad y conducta placentera, por lo que es muy difícil generalizar, pero a grandes rasgos, ¿Cuáles serian aquellas características del hombre que deben conocer las mujeres y viceversa? En opinión de cabello, “lo imprescindible para el varón seria conocer que la respuesta sexual femenina no siempre comienza por el deseo, en mas del 50% de los casos. Especialmente en parejas de larga duración, la relación sexual comienza con la intimidad, seguida de la excitación, luego vendría el deseo; de ahí que la mujer no siempre tenga una predisposición especial a comenzar ella la relación sexual”.

Por su parte, la mujer debería ser consciente de que, de la misma manera que a veces no tiene orgasmo, no siempre el hombre va a responder con una erección adecuada. Tampoco debe pensar que si no llega al orgasmo es por un tiempo de insuficiente de penetración o porque su pareja no le ha sabido estimular.

Para Arrondo, la mujer debería saber que el hombre es más sexual, que su libido esta mas a flor de piel, que le encanta la vista, tocar, el cuerpo a cuerpo, sin olvidar que cada vez hay mas hombres a los que les gusta el oído y la ternura les excita. Y el hombre debería entender que la sexualidad de la mujer es mas mental, mas controlada por la cabeza y las emociones, que necesita mas antes y después y le encanta los preámbulos, sin olvidar que hay mujeres que al mínimo roce se empiezan a excitar, lo que desbanca la idea de que la mujer es lenta.


Hombres y mujeres buscamos el placer en el acto sexual, lo que nos hace diferir es la forma de acercamiento. A un hombre una vez que se le dispara la respuesta sexual es mas finalista; es decir, posee mayor inclinación, debido a su biología, a querer consumar, a llevar su respuesta hasta el final. En cambio, a las mujeres se les puede disparar la fase del deseo y no querer nada mas, solo apetecemos jugar sin hacernos falta la genitalidad.

Sexo, Salud y Placer

Entre las diferencias biológicas de hombres y mujeres, las hormonas juegan un papel fundamental. “Pasamos por unos ciclos hormonales que los hombres no pasan. Influye que muchas mujeres refieran que su deseo esta mas exacerbado antes de la menstruación, a mitad de su ciclo o al final”, argumenta Larrazabal. Por su parte, para el hombre seria de gran ayuda que la mujer conociese la presión a la que esta sometido al estar tan preocupado por la ejecución del acto sexual, lo que a veces lo convierte en espectador mas que en actor. Eso lo debe de conocer la mujer, para tranquilizarlo, para darle ese ambiente incondicional donde los amantes deben estar relajados y deben entender que el fin de la sexualidad es dar y recibir placer.


El requisito para disfrutar de una sexualidad placentera parte de que hombres y mujeres entendamos que la mujer es responsable de su placer y el hombre del suyo. Uno nunca debe responsabilizar al otro, sino que se provee su propia felicidad.

Conocer la sexualidad de la pareja y hacerse responsable del placer sexual de cada uno es una de las nuevas dimensiones de la salud sexual, un concepto que ha variado en las ultimas décadas y ha dejado de ser exclusivo de la reproducción o de las enfermeddes de transmisión sexual. La OMS, en su definición, incluye conceptos como placer, experiencias sexuales seguras y derechos sexuales, que deben ser respetados, protegidos y satisfechos.

Entender la sexualidad desde esta nueva visión es disfrutarla en toda su plenitud. Son muchos los expertos que hablan de este nuevo modelo sexual. El sexo es salud, de modo que se concibe el bienestar sexual como fuente de salud como el colesterol y la hipertensión. Al ampliarse el marco conceptual de la sexualidad, “ahora se habla de cómo hacer y desarrollar y potenciar las fuentes de placer de la sexualidad”, señala Larrazabal. Cabello, sin embargo, considera que no hemos cambiado tanto. De hecho si revisamos las estadísticas sobre conductas sexuales apenas hay cambios. Lo que parece evidente, afirma Arrondo, es que nuestra sexualidad nada tiene que ver con la de nuestros padres o abuelos, ni con la de nuestros hijos o nietos, porque los roles van cambiando.





MITOS EN TORNO A LA SEXUALIDAD FEMENINA
MITOS EN TORNO A LA SEXUALIDAD MASCULINA

Entre los mitos mas perjudiciales para las mujeres se encuentra la masturbación femenina y la creencia de que existen dos tipos de orgasmos, el vaginal y el clitoniano. Es muy importante que las mujeres sepan que formas de alcanzar el orgasmo hay millones, desde tener una fantasía sexual que te puede provocar el orgasmo solo de pensarlo en el chorro del agua de la ducha, la mano o el vibrador.

Orgasmo como fenómeno fisiológico hay solo uno y la manera mas frecuente de alcanzarlo es por estimulación del clítoris. Cuando se alcanza por medio de la penetración es bien porque se esta rozando el clítoris o porque la postura permite que con tu mano o con la de tu pareja puedas estimular el clítoris.

Otro de los mitos mas extendidos es la creencia de que la satisfacción de la mujer depende del tamaño del pene, algo que poco tiene que ver con la realidad. Entre las mujeres de nuestra cultura un pene grande forma parte de sus fantasías eróticas habituales, por tanto, tiene una influencia importante desde un punto de vista psicológico. Sin embargo, los estudios de laboratorio demuestran que el tamaño del pene interviene poco en la respuesta femenina dado que la mujer solo posee terminaciones sensitivas receptoras de placer sexual en los primeros tres centímetros de la vagina.

Creer que el hombre necesita menos tiempo, que siempre esta disponible y que no requiere ningún estimulo para disparar su sexualidad ha supuesto una lacra. Es un error por que los hombres y las mujeres necesitamos ser estimulados, aun persiste la idea de que el hombre siempre tiene deseo, cuando un 8% de las consultas al sexólogo de ellos es por falta de deseo.

También todavía cree que tiene que ser un superatleta sexual en vez de centrarse en otros aspectos, como la potecianciòn de la intimidad.

Otras creencias perjudiciales son pensar que es promiscuo por naturaleza y que el pene es un órgano fundamental porque pene es igual a sexo, la sexualidad es igual a erección y la penetración es la única vía de la sexualidad, y esto conlleva al tamaño del pene.

Otro mito es que si eyaculan mucho son mas hombres y que ellos tiene mas facilidad para el sexo por sexo. La idea de sexo por sexo esta denostada. En el sexo también esta incluida la afectividad, no solo se intercambian fluidos, también emociones.


Para más información:

http://www.fess.org.es
http://www.abcsexologia.com
http://www.responderalmomento.com
http://wwwsexualiti.org

sábado, 13 de septiembre de 2008

EL PLACER ES MIO

El deseo es como una margarita que, según vamos restando pétalos, va perdiendo fuerza: te deseo apasionadamente, mucho, bastante, poco…no tengo ganas de ti. Y así se queda, muchas veces, como el tallo desnudo de una flor: vulnerable primero y definitivamente abandonado después, sin brillo, sin atracción. ¿Caprichoso? Si, en parte si. No siempre se plegara a nuestras voluntades. Es inquieto y fácilmente se distrae, va y viene.

Pero ahí estamos nosotros para “educarle”, para, dándole atención y cariño, permitirle sacar lo mejor de si; para no dejarle que se apague, sino que recupere esa luz con las que envuelve el bienestar físico y emocional de la pareja; para que continúe sorprendiéndonos. Un dossier para entenderle y aliarnos con él.

El sexo es un motor importante en la relación. Darle la espalda es amputar a la pareja de un lenguaje exclusivo y de una fuente de júbilo y unión. Buscamos respuesta y solución a los altibajos del deseo para acceder a un mundo novedoso cada vez que se explora.


La caricia es un lenguaje,
si tus caricias me hablan
no quisiera que se callen.

La caricia no es la copia
de otra caricia lejana, es
una nueva versión casi
siempre mejorada.

Es la fiesta de la piel la
caricia mientras dura y
cuando se aleja deja sin
amparo a la lujuria.

Las caricias de los sueños,
que son prodigio y encanto,
adolecen de un defecto,
no tienen tacto.

Como aventura y enigma
la caricia empieza antes
de convertirse en caricia.

Es claro que lo mejor no es
la caricia en si misma sino
su continuación.

Mario Benedetti





En su Informe sobre caricias, Benedetti se abre el vasto mundo de la sensualidad y la sexualidad a través de las caricias, todo un lenguaje y uno de los muchos ingredientes que, trabajándolos a fuego lento, conforman la base de una sexualidad sana y placentera. Sin embargo, seguimos relacionando sexo con cama, coito y orgasmo. Perdemos así la enorme riqueza que esconde el mundo de la sexualidad, un terreno llenos de recónditos rincones donde perderse, entregarse y recibir, donde comunicarse…porque la sexualidad es ante todo” un modo de comunicación, de expresión de emociones”.

Fuente de placer personal y de pareja, de salud física y mental, cuando hay una actividad sexual sana y saludable, la persona se siente más segura de si misma y con mejor autoestima. Es, además, un modo de potenciar la pareja. “Cuando hay relaciones sexuales sanas se da una complicidad en la relación que no se consigue con otros modos de comunicación”.

Hablar sin temores

Pero la comunicación falla y mucho en el terreno sexual. El 50 % de las mujeres se quejan de que su pareja no conoce sus gustos, los hombres también. Pero ¿hablamos sobre ello? La respuesta es poco o nada: “Hay muchas parejas que tienen una comunicación excelente y, sin embargo, mantienen un silencio atronador en lo que al sexo se refiere. En ocasiones, esta actitud, tiene que ver con la vergüenza; otras con ideas irracionales, como pensar que la sexualidad debe ser algo espontáneo y hablar sobre ella hace que deje de serlo. Pero si el silencio suele ser muy negativo aun lo es mas algo mucha mas común: fingir que todo va bien, que se sienten plenos sexualmente, cuando en realidad se esta viviendo el sexo como algo predecible, se esta insatisfecho o se esta sufriendo cada vez que deviene un encuentro sexual”.

Parece que se habla de sexo en todos los lados –conversaciones entre amigos, libros, prensa…-en todos los lados menos en casa, donde seguimos sin atrevernos a decir lo que nos gusta o no y sin proponer cosas nuevas. Para luchar contra esa barrera hay que crear un terreno en el que pueda hablarse de la sexualidad sin tapujos, con la tranquilidad de ser aceptado y comprendido. El miedo a herir al qué pensará coarta el dialogo sexual.

Vencer barreras

Encontrar en la pareja la seguridad para expresar lo que sentimos y nos preocupa es la mejor manera de atajar estos problemas. Pero hablar con confianza no significa sentirnos obligados a contarlo todo, hay partes que deben quedarse en la intimidad de cada uno, como es el caso de algunas fantasías sexuales: “Pueden pertenecer al terreno de lo personal y solo compartir con el otro aquellas que contándolas va a favorecer en lugar de entorpecer el curso sexual. Ante la duda de contar o no una fantasía, es mejor guardársela para uno mismo”: (Bustamante)

Para alcanzar ese terreno en el que hablar con confianza también hay que superar otro problema habitual: la falta de espacio y tiempo de calidad. Creemos que pasamos mucho tiempo junto; sin embargo el unico tiempo que deberíamos contabilizar es aquel en el que ambos estamos por y para el otro. Muchas veces 30 minutos con un amigo en un café es mucho mas intenso que horas con la pareja.

LA FALTA DE SINCERIDAD EN TORNO A LA SEXUALIDAD, LA MONOTONIA, LA OBLIGACION Y LOS “DEBERIA” DESTROZAN AL EROTISMO.

Cambiar la actitud ante la sexualidad, vivirla con naturalidad, experimentarla no solo como sexo, sino también como el placer de estar en intima conexión con otra persona, de ser abrazado, de estar siendo ser amado, supone abrirse a un nuevo mundo. Supone también estar fortalecido para los malos momentos, que los habrá porque el deseo, caprichoso, tiene altibajos, la mayoría de las veces por variables externas. Falta de espacio y tiempo en la pareja, llegada de hijos, estrés, problemas económicos, laborales o de salud, efectos de determinados fármacos o conflictos con la pareja son algunos de los factores que explican la falta de deseo.

Son también muchos los fantasmas que surgen en torno a la sexualidad, mermando el placer: “La monotonía y rutina –destaca González-. Realizar la actividad sexual los mismos días, en los mismos lugares, como siguiendo un protocolo, destroza el erotismo y el deseo sexual. También afecta el deseo de quedar bien, de cumplir: la sexualidad se lleva mal con las obligaciones y los deberías”. Bustamante la complementa: “Tenemos que aprender a escucharnos y atender a nuestro verdadero deseo y no buscar el encuentro sexual porque “ya va tocando” o para contentar a la pareja. Convertir el sexo en una tarea o en un examen causa la perdida del deseo”.

Son muchos enemigos, pero tenemos un poderoso aliado, nosotros mismos. González lo explica: “El deseo sexual tiene una doble vertiente. Por un lado hay un componente hormonal, pero realmente el deseo depende del mayor órgano sexual, que es el cerebro. Depende de cómo cuidemos nuestra vida sexual, de cómo nos encontramos con nosotros mismos y con la pareja, etc.”. Carmen López Sosa hace una bella metáfora en Sexo y solo sexo: “Nuestro cuerpo es como una orquesta, en la cual el director es nuestro cerebro y el resto de nuestro organismo son los instrumentos que interpretan la partitura del placer. El jubilo que proporciona el placer crea adictos”.


Y este jubilo, en el que entran en juego todos nuestros sentidos, depende exclusivamente de nosotros por que, aunque baja el deseo sexual, si habitualmente tenemos una frecuencia de relaciones estables, el deseo se recuperara. Ante las etapas mas criticas, Bustamante recomienda “aceptar que el deseo puede atravesar por diferentes fases sin que eso signifique que se haya perdido el amor y ocuparse en vez de preocuparse. Tratar de seducir de nuevo a la pareja y alimentar el prolifero terreno de la fantasía”. Y entregarse al placer de descubrir, como rememora Octavia Paz en su poema A través:

Doblo la página del día
escribo lo que me dicta el
movimiento de tus pestañas.

Mis manos abren las cortinas
de tu ser, te visten con otra
desnudez, descubren los
cuerpos de tu cuerpo.

Mis manos inventan otro
cuerpo a tu cuerpo (…)

Al cerrar los ojos los abro
dentro de tus ojos (…)

Octavio Paz.

LOS ALIADOS DE LA LIBIDO


El sexo forma parte de nuestra vida, contribuye a nuestra evolución como individuos y es fiel reflejo de la misma. Trabajar en su desarrollo, ya sea personal o de pareja, repercute en nuestra autoestima. Nos enseña a querer al otro, queriéndonos.

A veces los tabúes nos paralizan, nos impiden elegir una sexualidad propia que no tiene que parecerse a lo que se lee u oye. Llegar a ser “sexualmente” uno mismo es una opción personal. Para Antonio Bolinches “el placer sexual es tan importante como uno considere. Para algunas personas, es fundamental: otras sin embargo, se realizan en otros terrenos”.

En Tu sexo es aun mas tuyo, Sylvia de Bejar anima a hombres y mujeres a responsabilizarse de su disfrute. Mejorar la vida sexual implica saber que se quiere y que no, atreverse a probar lo que nos tienta y luchar contra la pereza y timidez que nos impide expresarnos. Alcanzada esa sinceridad, experimentar se hace más fácil, sobre todo, con pareja estable; “Variar de sujeto erótico no mejora la vida sexual, pero si alimenta el deseo. Si la pareja esta bien acoplada, la relación sexual tiene más calidad. De cada uno depende elegir su opción”, explica Bolinches.


CONOCIMIENTO MUTUO

Del mismo modo que los caprichos pueden cansar, la rutina puede convertirse en algo necesario: “No comerías caviar cada día, aunque pudieras. No todo en el sexo es morbo. Acostumbrarse al otro, con sus defectos y hábitos, puede resultar erótico” aclara Sylvia de Bèjar.

Desde la confianza que da el conocimiento mutuo, es posible ir incorporando variantes consensuadas que respeten la regla de oro que sostiene Bolinches: “Todo lo que quieras, nada que no quieras, siempre desde el deseo previo y adecuado con tu escala de valores sexuales”. Una vez establecida la norma y liberada la mente, comienza el tiempo a sumergirse en el placer erótico, de descubrirse y descubrir al otro alimentando fantasías, inventando juegos y estimulando los sentidos para despertar el deseo.


Los juegos de parejas son divertidos y, además, acrecientan la complicidad y el deseo.

SOLO O ACOMPAÑADO

Es bonito y divertido descubrir cosas juntos, pero no todo se puede conocer en pareja. Para conocerse sexualmente hay que dejar tiempo a la exploración. Si cada uno no sabe que le gusta y que no le gusta en la sexualidad, ¿como pedírselo o negárselo al otro? “Esperar que el otro te descubra es una postura cómoda e injusta” señala de Bejar. El autoconocimiento es mas fácil para el hombre, puesto que tiene menos zonas erógenas y fácilmente localizables. La mujer, sin embargo, tiene una sexualidad más sofisticada que requiere una mayor exploración. Para Bolinches, “el hombre se conoce mas, pero la mujer puede llegarse a conocerse mejor”. Aunque muchos lo viven aun como “prohibido”, la masturbación esta muy extendida: “En soledad pueden salir cosas que en pareja no salen”. “La masturbación compartida en pareja amplia la variabilidad orgásmica”.

martes, 9 de septiembre de 2008

LOS CAPRICHOS DE NUESTRO DESEO


LOS CAPRICHOS DE NUESTRO DESEO

Besos, Caricias y mucho humor:

Un roce sutil, un acercamiento de labios o una sonrisa dulce nos siempre son preámbulos de relación sexual, pero si de bienestar físico y emocional, de sensaciones placenteras y de complicidad con la pareja.

BESOS

Con los labios comemos, hablamos, reímos. Apenas unos centímetros cúbicos de nuestra piel acoge una de nuestras principales fuentes de relación con los demás: gracias a ellos nos comunicamos, con o sin palabras; son una de las zonas mas sensibles y sensuales del cuerpo y realizamos también uno de los actos mas bellos que podemos ofrecer: los besos.

“El primer beso documentado se remonta a 1500 a.c., en la India”, recuerda la psicóloga y sexóloga Miren Larrazàbal, pero no es hasta s. VI cuando datan los besos que van mas allá de la relación de madre e hijo –el origen del beso se remonta a cuando los primitivos trituraban la comida para dársela a los bebes juntando sus labios- . Desde entonces, su significado se ha ampliado mucho. Los hay que significan fidelidad, ternura o respeto, como el que se da en la mano al saludar a una persona relevante; o traición, como el de Judas. Los hay sociales también, afectivos o sexuales. En el Kamasutra se hace referencia hasta 30 tipos distintos. En su poema Besos, Gabriela Mistral los enumera poéticamente:

“Hay besos silenciosos, besos nobles, hay besos enigmáticos, sinceros, hay besosque se dan solo las almas, hay besos que por prohibidos, verdaderos…” (http://www.psychologiesrevista.com/).

Sin embargo, a pesar de su antigüedad y su función vital, su estudio no es tan antiguo. Términos como la filemamamia –el deseo de besar- o la besoterapia empiezan a escucharse ahora. El pasado 10 de mayo se celebro en la ciudad de Granada la “besada colectiva”, una oportunidad para refrendar sus beneficios, que son muchos.





Miren Larrazabal los señala: cuando damos un beso, se queman hasta 15 calorías, se mueven 30 músculos faciales, las pulsiones aumentan hasta 130, el cerebro libera endorfinas –la hormona de la felicidad, que produce una sensación placentera y adictiva- y oxitocina- asociada a la afectividad, la ternura y la creación de vínculos-. También sube la adrenalina, se produce mas saliva y el intercambio de fluidos refuerza el sistema inmunitario. Mejoran, en definitiva, la salud y levantan el ánimo.





Pero el beso, ese acto sublime de tocar algo con los labios, va mucho más allá. Como dice José Luís Arrondo en Historia intima del pene, “se pueden unir dos almas por dos bocas”. El beso es comunicación, unión, contacto. Y tiene una ventaja, en pareja cualquier momento puede ser bueno para darlo: por la mañana, al levantarse, antes de salir a la jornada laboral, a la vuelta, antes de acostarse, en la cama, en la cocina….Espontáneos, auténticos, naturales, eróticos o tiernos, todos y cada uno de ellos fortalece el lazo de unión de la pareja, el de amistad y el sexual también porque la boca es uno de los mayores símbolos sexuales: los labios son una de las zonas mas erógenas del cuerpo de la mujer y, junto con la juguetona lengua, tienen tantas terminaciones nerviosas que un beso con una gran carga sexual puede llegar a conducir a una mujer a alcanzar el orgasmo y a un hombre tener una erección.

SABOREAR SU SIGNIFICADO

Todos parecen beneficios; sin embargo besamos poco, muy poco. Como señala Larrazabal, si juntásemos todos los besos que damos en la vida, pasaríamos dos semanas seguidas besándonos, no mucho. Economizamos en este bello y significativo acto. O cuando los damos, los convertimos en algo rutinario, olvidando el fuerte vinculo emocional y no solo sexual que conllevan.

Sentirlos desde dentro, lo que transmitimos y nos quieren transmitir con ellos y ofrecer lo mejor de nosotros y de nuestros besos es posible y recomendable. Saborear su significado, rememorar los primeros besos de adolescencia, nos permitirá reencontrarnos con el placer de darlos y recibirlos, dejarnos llevar y redescubrir que la comunicación sexual afectiva en pareja puede ir mucho mas allá, puede engrandecerse tanto como nosotros queramos. Nuestro cuerpo esta lleno de poderosas herramientas. Como si de un guiso a fuego lento se tratara podemos ir añadiendo tantos ingredientes como consideremos.

CARICIAS

Una caricia es cualquier cosa que nos hace sentir bien: una mirada, un contacto, una palabra que nos dicen o decimos…..


Junto con los besos, uno de los lenguajes mas poderosos es el de las caricias. José Luis Arrondo recuerda que la zona erógena mas extensa es la piel: “Toda la piel del cuerpo se puede estimular, es como un gigantesco mapa de comunicación con los sentidos. Este órgano sexual cubre un total de 1.9 metros cuadrados en el hombre y 1.6 en la mujer. (…). Somos capaces, mediante las caricias, de despertar sensaciones, estremecimientos e inenarrables gozos”.

Como con los besos, las caricias no tienen porque implicar un fin sexual. Como define Ceistina Corbella “la caricia puede ser cualquier cosa que nos hace sentir bien: una mirada, una palabra, el contacto físico, algo que decimos a otro o que nos dicen o que nos decimos a nosotros mismos”.

Las caricias son vitales, Eric Berne decía que son necesarias para la supervivencia, de bebes primero pero de adultos también: son una forma de comunicación, de expresarnos, de recibir los mensajes del otro y de las pocas maneras que tenemos de romper la sensación de soledad que podemos tener en determinados momentos. “El contacto físico es un lenguaje directo, honesto, sin ambigüedades”, explica Corbella, en el que se expresa y recibe lo que se esta sintiendo siempre que no haya prejuicios. Sin embargo, también somos escasos en caricia por diversas razones: nos sentimos más vulnerables, invadidos o las vemos innecesarias. La educación también nos influye. De bebes, las caricias son mucho mas continuadas para a partir de una corta edad empiezan a reducirse hasta que se redescubren en la adolescencia. Entonces, comenta Corbella, “se recuperan pero ya por el interés por el sexo. Entonces, cobran un sentido diferente, no son gratuitas y espontáneas”.

Recuperar el lenguaje de las caricias es posible, siempre que estemos dispuestos a hacerlo. Un contacto espontáneo, un tacto, un simple acercar la mano, un rose sutil y sin prisas abre un mundo de posibilidades. Con las caricias sentimos el cuerpo de quien nos acompaña y el propio nuestro, con ella nos comunicamos, nos expresamos y sentimos a la otra persona.








HUMOR:

Nuestro día a día es más gratificante si se le acompañan los besos, las caricias y el buen humor, importante en nuestras vidas y en la sexualidad. Como apunta Ana Sierra “tenemos que cuidar nuestra sexualidad con sentido del humor, para desdramatizar los percances que puedan aparecer y para disfrutar el máximo con una sonrisa en el corazón. El sentido de humor no solo trabaja como herramienta de emergencia en los malos momentos, sino para prevenir que no aparezcan”. Cuando se practica el buen humor en la pareja, “se afrontan mejor las dificultades, con mayor unión y comprensión. Esto se refleja en la cama y fuera de ella. Igualmente la capacidad de juego y la creatividad se ven favorecidas”.

El humor es, en definitiva, algo serio. “La idea no es que sonriamos a todas horas, seria agotador y pareceríamos poco serios en determinadas situaciones. Lo que funciona es sentirse alegre por dentro, que sonría nuestro corazón, y se consigue trabajando la sonrisa y la risa. Podemos ser divertidos y serios sin ser aburridos. La vida esta para disfrutarla y cuando mas divertida nos parezca mejor, mas desearemos seguir con ella”. Ana Sierra lo tiene claro: “Hagamos el humor”.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Mucho más que sexo:

Enseñarles no es solo hablarles de genitalidad; la sexualidad es mucho más amplia, es también afectividad. Darles amor, respetarles, hablar con ellos con naturalidad y responderles a sus dudas desde niños es el primer paso.

Creemos que por tener acceso a más información, los chicos de hoy saben mas de sexo que en generaciones anteriores, sin embargo, teniendo los mismos mitos, dudas e inquietudes. La preocupación por el tamaño del pene, el “si digo ‘no’ me plantarà”, la idea que los chicos deben ser mas fuertes y dirigir las relaciones sexuales o de quien sin coito la relación sexual no es completa siguen vigentes hoy día.

Las cosas en torno a la sexualidad apenas han cambiado. Francisca Molero, medico, sexóloga, directora del Institut Clinic de Sexología, en Barcelona, y autora de Sexo Joven (marge Books), y Félix Loziaga, Doctor en Psicología, profesor de psicología de de la Universidad de Deusto y autor de Nuevas Técnicas didácticas en educación sexual (McGrawHill), analizan sus errores y los de los padres en educación y avanzan las herramientas que están en nuestras manos para que la información que tienen sea una baza y no un muro. El problema, recuerda Molero, es “que tienen mucha información, pero que no pasa por un filtro de autocrítica, la dan como veraz, sin analizarla”.

El sexismo sigue existiendo

Los roles hombre-mujer están cambiando rápidamente en la sociedad actual; sin embargo, todavía queda un largo camino por delante para desterrar de los falsos mitos que giran en torno a la sexualidad masculina y femenina y se mantienen también en las nuevas generaciones. La idea que los chicos deben saberlo todo y, por tanto, no pueden preguntar, por ejemplo; o su temor al gatillazo continúa. En este terreno, ellas están avanzando más rápido y se están difuminando los sentimientos de culpa o el no darse permiso para disfrutar. Como señala Loizaga “hay un patrón de genero muy marcado especialmente sobre los chicos. A ellas se les esta dando mas posibilidades de cambio y están empezando que pueden tener un papel de iniciativa. Pero sobre los chicos sigue habiendo cánones muy fuertes sobre el rol, el genero lo que deben hacer y no… Con ellas se han trabajado mas aspectos de autonomía porque en los chicos eso ya estaba, lo que había que haber trabajado en la parte mas afectiva y de debilidad que tiene todo hombre”.

ENTRE LOS JOVENES TODAVIA SE MANTIENE LA IDEA QUE ELLOS TIENE QUE SER LOS MEJORES AMANTES Y TENER LA INICIATIVA.


En opinión de Francisca Molero, aunque han cambiado las practicas sexuales, “no así la interiorización de la sexualidad como derecho ni la responsabilidad que tiene cada uno para aprender a disfrutar ni la sexualidad responsable. A los chicos se les somete a mucha presión para ser el mejor amante y esta angustia muchas veces le lleva al gatillazo o a la eyaculaciòn precoz. A las chicas, por su parte, les cuesta decir ‘no’ y siguen teniendo una sexualidad dependiente de su pareja”.

Frente a los mitos y los tabúes sexuales, la mejor herramienta es ofrecerles una buena educación afectiva sexual desde niño. ¿Cómo y cuando ir transmitiendo esa educación? “Desde que nacen-asegura Francisca Molero-, tocándoles, acariciándoles, demostrándoles que les quieres y quieres a tu pareja; orientándoles cuando empiezan a querer conocer su cuerpo y el de otros, respondiéndoles las preguntas que hacen, proporcionándoles intimidad y respetando sus espacios. También es muy positivo hablar en familia de temas que puedan tener relación aprovechando noticias o hechos”.

Loizaga comparte su opinión: “La palabra sexual incluye la afectiva. En realidad, las relaciones sexuales son ‘te abrazo’, ‘te miro’, ‘te deseo’, ‘me gustas’, ‘tengo miedo’, ‘me da gusto’… Esto incluye siempre la afectividad y a veces relaciones menos gentilizadas. Los adultos, día a día, hacen la educación sexual. Para una afectividad madura, el apego y el vínculo entre padres, madres e hijos es básico. Los hijos e hijas que han sido respetados, queridos y abrazados en momentos de dificultad responden mucho mejor. El apego y el vinculo en la familia dan seguridad para una relación corporal y afectiva madura en la adolescencia y los adultos”.

Transmitir con naturalidad:

Loizaga coincide también en la importancia de aprovechar cualquier ocasión para la educación afectiva sexual: “hay muchas técnicas para que padres y madres puedan reflexionar respecto a la sexualidad: desde películas hasta una tertulia en la cena, en el coche o en un viaje, incluso las cancines que se oyen en la radio; son una disculpa para hablar de lo que piensan y como lo ven. Con los más pequeños están los cuentos, a través de los que podemos hablar de miedos, valentías, afectos y desprecios. También en familia podemos viajar por Internet”.

Sin embargo, para poder educarles bien en ese terreno, hay que desterrar los mitos que aun perviven en los adultos y empezar a vivir la sexualidad de forma natural. Todavía cuando se piensa en educación sexual se piensa solo en hablarles sobre los peligros del sexo, pero la educación afectiva es mucho mayor. Como advierte Francisca Molero, no podemos dividir, si antes no sabemos sumar. “Es difícil transmitir, si no conocemos bien lo que trasmitimos. La interiorización que cada uno haga de su sexualidad y la de su pareja es lo que realmente transmitimos, sobre todo en comunicación no verbal. La transmisión de la sexualidad no es diferente a la transmisión de los valores, de derechos humanos y de respeto al otro”.

Bibliografía:

F. Loizaga (2007) Nuevas técnicas didácticas de educación sexual. McGraw Hill. Métodos para la educación afectiva sexual.
F.Molero (2008) Sexo joven. Una guía para que los jóvenes disfruten una sexualidad sana. Marge Books.